La violenta entradera sufrida por el empresario Nicolás Van Ditmar, adminsitrador de Lago escondido y las inversiones de Joe Lewis en Río Negro, tuvo novedades: en dos allanamientos se encontraron los tres Iphone que le robaron luego de golpearlo y de llevarse un botín mucho más importante que los teléfonos celulares.
Aunque hubo mucha reticencia por parte de la Policía y Fiscalía para informar el botín sustraido, se supo que el empresario denunció el robo de la camionera RAM, que en su caja tenía una moto, un reloj Rolex, tres teléfonos Iphone, 1,2 millones de pesos y 18 mil dólares. Además, una pistola Glock 9 milímetros que siempre lleva en su cintura por seguridad.
El miércoles poco antes de las 21, cuatro delincuentes armados llegaron caminando por la ladera del cerro Perito Moreno a la mansión del empresario. Lo sorprendieron, no le dieron tiempo a desenfundar el arma y lo golpearon en la cabeza. Luego lo inmovilizaron junto con su esposa y su empleada doméstica. Luego revidsaron toda la casa y se llevaron un millonario botín.
Además, trascendió que le exigían la recaudación del centro de invierno y le preguntaban por el administrador del complejo de esquí del que Van Ditmar tiene la concesión.
Con respecto a las investigaciones, de las que se puso al frente el propio jefe de Policía, Osvaldo Tellería, un privilegio que sólo tienen los poderosos, se supo que luego del hallazgo de la camioneta el jueves por la tarde, se hicieron dos allanamientos ordenados por la Justicia de Bariloche.
El titular de la Comisaría 12°, Miguel Ángel Mariñanco le confirmó al sitio local noticiasdelbolson.com.ar que "se logró dar con dos domicilios, uno ubicado sobre callejón Eusebio Barría en el barrio Los Hornos y el otro en el barrio Terminal en la calle Brown", y que "en este último domicilio se secuestró material tecnológico que será peritado".
Los delincuentes tenían los rostros cubiertos y guantes, para no ser reconocidos por las huellas o las cámaras de seguridad. De todas maneras, la Brigada Judicial hizo averiguaciones para señalar dos domicilios. El caso no está resuelto y se esperan nuevos datos para poder identificar a los autores de la entradera.