Con una mezcla de indignación y vergüenza, una mujer llegó a la heladería. Traía a su lado una bicicleta, la misma que se habían robado el día anterior de la puerta y que las imagenes se viralizaron rápidamente en las redes sociales. Este fue uno de los tantos robos que se viven a diario en una Cipolletti cada vez más insegura, y que pese a las quejas de los vecinos, la situación no se revirete.
El robo sucedió unos minutos antes de las 11 de la noche del martes, cuando un grupo de tres chicos pasaron por la puerta del local varias veces, hasta que decidieron llevarse la bicicleta que estaba estacionada en el bicicletero sin candado, porque la dueña, que atiende el comercio, la estaba mirando desde adentro.
Esta escena quedó registrada en las cámaras de seguridad del negocio, en las que se puede ver como una chica, acompañada de dos jóvenes, llega hasta la puerta del negocio. A esa altura, ya sabían que la bici no tenía candado, entonces, la mujer del grupo decide agarrarla y montarla ráapidamente para emprender la huida.
La situación duró muy pocos segundos, y aunque la dueña salió corriendo para tratar de recuperar la bicicleta, fue imposible alcanzar a la chica y sus amigos, que se escaparon por la avenida Alem.
Llena de frustración, bronca y desesperación, la empleada revisó las cámaras de seguridad y a los pocos minutos subió el video a las redes sociales. Las vistas se multiplicaron y la grabación se volvió viral. En la publicación describió lo qué le había sucedido y explicó que era su único medio de transporte para poder concurrir a su trabajo todos los días.
La viralización de la grabación provocó algo impensado, es que llegó a mucha gente, incluso a la madre de uno de los delincuentes que reconoció la bicicleta. Es que su hijo, que llegó a la madruga, la había dejado en su casa sin dar ningún tipo de explicación de donde la habia sacado.
La mujer dedujo rápidamente que era la misma que la del video y no dudó lo que debía hacer. Entonces esperó que la heladería abriera y llegó al local con la bicicleta a un costado, la dejó en el bicicletero, de donde la había robado su hijo con sus amigos, e ingresó a pedir disculpas.
El dueño del comercio valoró la actitud de la mandre y reconoció que "en una ciudad donde todos los días roban bicicletas a toda hora, celebro esta actitud de esta madre, esto demuestra que hay valores que uno puede seguir rescatando", comentó.