Durante las últimas semanas el barrio cipoleño de María Elvira vivió un clima de mucha tensión. Todo comenzó cuando vecinos y familiares de Elvio Aguirre, un reconocido comerciante de la zona, apareció muerto en su casa. Allí se presumía que había sido asesinado y torturado por delincuentes que querían quedarse con su terreno. Incluso hasta se quemó la casa de los presuntos asesinos, pero ahora hubo un duro revés en la causa para los familiares ya que la autopsia determinó muerte natural.
Días atrás la familia y vecinos de "El Abuelito", como lo conocían en el barrio, cortaron la ruta exigiendo justicia. Es que, desde su muerte hace dos semanas, los vecinos apuntan a una pareja del barrio que fue encontrada dentro del domicilio del hombre tras su muerte. Incluso habían mudado sus pertenencias.
A raíz de esta situación, y de una supuesta lesión que tenía el hombre en el rostro, los vecinos apuntaron contra estas personas que quedaron sospechados de asesinato. Incluso sufrieron fuertes escraches por las personas de la zona que incendiaron su casa y exigieron su detención. Sin embargo, por fiscales y médicos forenses se dio a conocer que “se descartan signos de criminalidad en el cuerpo y con ello la participación de una tercera persona”. La noticia ya fue brindada a la familia que la asimiló con dolor.
Según el informe, que en principio les adelantaron personalmente y de forma oral, el cuerpo no presentaba hematomas, cortes, orificios o cualquier otro signo de violencia externa. Asimismo, el análisis interno les permitió descartar cualquier acción mecánica de ahorcamiento, lesiones en el cuello o mandíbula.
De todas formas, para dejar tranquila a la familia, desde la Justicia se dio inicio a una investigación que constate en profundidad las circunstancias de su muerte. Aunque se conoció que la casa se encontraba cerrada con llave desde el lado de adentro y sin puntos de acceso forzado para la vivienda. La toma del terreno por parte de los vecinos apuntados se dio tiempo después de su muerte.