“Inspectores municipales desbarataron una fiesta clandestina” decía el comunicado de la Municipalidad de Cipolletti, para informar lo sucedido en la noche del viernes en un predio particular ubicado en la Isla Jordán. Después de ser notificado y tener el acta de infracción, el protagonista, de nombre Facundo, hizo un descargo por redes.
En principio la información que se dio de manera oficial decía que se había montado una investigación por una publicación que promocionaba un patio cervecero y una fiesta clandestina en una quinta ubicada en la Isla. Alrededor de las 21:30, después de varias horas de recorrer la zona, dieron con el lugar y allí comenzó un operativo con inspectores de las direcciones de Comercio y Tránsito y la policía provincial que duró aproximadamente una hora.
Pero Facundo utilizó Facebook para contar su versión que tuvo una gran difusión y apoyo. Se trata de un artista callejero y músico sin trabajo producto de la pandemia, pero que además sufrió un incendio que afectó gran parte de su propiedad. Para salir adelante junto a la ayuda de sus amigos pudo armar un espacio en su patio donde vendía sándwich y bebidas.
Él mismo cuenta que el viernes había en el lugar 12 personas en cuatro mesas cada una respetando la distancia, y que no se trataba de ninguna fiesta: “anoche estaba en el patio de mi casa vendiendo y vino comercio, la policía (3 móviles), una camioneta Hilux y un camión de la municipalidad para desalojar a los 12 vecinos lo cuales fueron demorados por averiguación de antecedentes”.
Facundo se justificó afirmando que el sector donde vive es una toma y es por eso que no pueden formalizar o habilitar sus emprendimientos, “no solo que me dejaron sin el único sustento que tengo, sino que encima se dan el gusto de hacer calumnias, todo este operativo para sacar a tres mesas con 4 personas cada una, con distancia de 4 metros aproximadamente entre sí. A lo que llamaron después "fiesta clandestina". En la Isla Jordán qué es una toma, no habilitan a los comerciantes por eso no podemos regularizar” explicó el joven quien puso también la foto del acta municipal en el que se puede leer que se desaloja el lugar “por detectarse una reunión social en un predio no habilitado” además de “personas que no estaban respetando el uso del barbijo y distanciamiento social”.
Ahora el artista callejero que hace 10 meses que no puedo trabajar por la pandemia, y que vio una salida con este comercio, podría afrontar una multa entre 50.000 y 220.000 pesos por violar la ordenanza de aislamiento social preventivo y obligatorio y una sanción que puede alcanzar los 450.000 pesos por organizar una actividad comercial sin habilitación.