Emocionado por el momento que estaba viviendo, el trompetista neuquino Germán Ojeda sacó su instrumento y dejó sobre el manto blanco las notas de Neuquén Trabun Mapu, el himno neuquino. Germán Ojeda, músico y apasionado por la trompeta, junto a su hija publicó en su Faceboock el momento inolvidable que vivió el viernes, mientras caía una fuerte nevada sobre el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, además de buena parte de la Patagonia.
El bronce reluciente del instrumento se destaca en el blanco de la nieve, además del muñeco típico que hicieron en conjunto. Pero luego de jugar y hacer el muñeco, Ojeda no dudó en hilar una a una las notas de la canción cuya autoría en la música es de Marcelo Berbel y la letra del poeta y periodista Osvaldo Arabarco. El escenario es la más típica meseta neuquina, ubicada entre el extremo oeste de la ciudad (zona del barrio Cuenca XV y la autovía 22, que recorre el norte de la capital).
La música que sale de la trompeta reluciente lleva –además del momento emocionante- las estrofas que brotan solas de la memoria de quien escucha ese Himno, abrazado desde la infancia en las escuelas y reflejo de una provincia que en estas horas vive el invierno más típico de esta zona del país.
Los 45 segundos en que dura la grabación muestran el sentimiento de un músico neuquino que no encontró mejor forma de expresar su emoción que a través del instrumento que lo apasiona desde muy pequeño y lo hace uno de los referentes regionales de la trompeta.