El gobierno municipal neuquino lleva invertidos varios millones de pesos en la puesta en valor del paseo de la costa del Río Neuquén; no obstante, la desidia de quienes arrojan sus desperdicios literalmente en cualquier lado, convirtieron a uno de sus tramos en algo así como "el paseo de la costra". Ya lo limpiaron, es cierto; pero nada garantiza que los mugrientos empedernidos no vuelvan a tapizarlo de roña.
Según explicó el subsecretario de Limpieza Urbana, Cristian Haspert, quien difundió el trabajo en un video, más de 50 operarios, máquinas y camiones participaron de la limpieza de este sector ubicado a pocos metros de la confluencia con el Río Limay.
“No piensen que este es el basural” (municipal), ironizó el funcionario y explicó que el despliegue formó parte de una jornada de trabajo vinculada al día de la ciudad limpia. “Debido a la cantidad de basura tenemos que traer estos quipos”, sostuvo y dijo que había muchos residuos debajo de los árboles y que muchos otros llegaron al río, ubicado a muy pocos metros.
Hizo ver, además, que una vidriería tiró sus residuos en ese lugar y que hay quienes llevan los desperdicios en vehículos y los arrojan en ese paseo, muy a pesar de que a unas seis cuadras hay un centro de transferencia que recibe residuos todos los días, incluidos los fines de semana.
Haspert les imploró a los mugrientos que desistan en su actitud y que valoren estos bellos paseos públicos que posee la ciudad y que muchos aprovechan para ir a correr, a caminar, a tomar mate o a pescar.