Cuando la pareja decidió separarse apareció un problema ¿Qué hacer con las mascotas? Y la solución la encontraron en una audiencia de mediación en la que acordaron compartir cuidados, gastos y hasta paseos.
La ahora ex pareja (de la localidad rionegrina de Roca) ya había establecido un diagrama para el cuidado de la hija de ambos, pero faltaba el asunto de los perros, para los que aceptaron un régimen de cuidados compartidos. Ahora, cada vez que el papá retira a la hija de la casa materna, también puede llevarse las mascotas para pasear y compartir la jornada con ellas, previo consentimiento de la mujer.
El hombre aceptó también pagar una suma fija mensual destinada a afrontar los gastos de alimentos, vacunas y veterinaria. Al tiempo que acordaron que cualquier gasto “extraordinario” derivado de las mascotas será afrontado en partes iguales por ambos. También dividirán los gastos de una reciente operación de castración de una de las perritas que había sido afrontada por la mujer.
El caso se presentó en el Centro Integral de Métodos Autocompositivos de Resolución de Conflictos (Cimarc). La mujer y el hombre participaron de la reunión de mediación con sus respectivas abogadas, mientras que el diálogo y el acercamiento de las partes estuvo a cargo de una mediadora especializada.
En términos generales la mediación permitió acordar los días y horarios que cada progenitor compartiría con la hija, los gastos de escolaridad y vestimenta, la cobertura médica y una porción del valor del alquiler y de los gastos de limpieza de la vivienda habitada por la madre. Ese domicilio, de común acuerdo, fue declarado como la residencia principal de la niña.
Además, la mujer y el hombre se comprometieron a hacer una distribución extrajudicial de los bienes del matrimonio para presentar ese pacto directamente en el proceso judicial de divorcio.