Desde hace tiempo los trabajadores del servicio de cocina del hospital de Cipolletti vienen reclamando por las malas condiciones en las que deben prestar funciones. Incluso atraparon una rata de grandes proporciones. Hasta ahora no hubo respuestas por parte de la dirección del Moguillansky.
Desde la Asociación de Trabajadores del Estado se declaró el estado de asamblea permanente e iniciaron un plan progresivo de medidas de fuerza. Jorge Núñez, secretario general de ATE en Cipolletti explicó que “una de las principales situaciones que movilizan esta medida radica en las condiciones de trabajo en que se encuentran realizando sus labores los trabajadores del Servicio de Cocina, toda vez que están en un espacio que no es el adecuado para dicha función. Desde el día 10 de mayo el servicio fue trasladado a la Sede de calle Fernández Oro, hasta normalizar las condiciones de higiene en el edificio del hospital de calle Naciones Unidas, pero hasta la fecha aún no se ven avances claros en las obras”.
Agregó que “además, el sindicato advirtió una serie de movimientos arbitrarios de personal que afectan seriamente a la cocina y hemos observado un claro abuso de autoridad por parte de quienes conducen la institución. El malestar que atraviesa el sector de cocina afecta directamente los servicios que debe prestar el hospital. No se garantiza una alimentación acorde a los pacientes, y se vulneran los derechos a tener una salud de calidad”.