Desde el gobierno actual, como en el entrante, buscan modificar el marco regulatorio del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS). Juntos, están evaluando las decisiones cruciales que deberán tomarse durante este período de transición y una vez que el nuevo equipo directivo esté al mando.
El concejal Atilio Sguazzini, miembro del Movimiento Popular Neuquino (MPN) e integrante de la Comisión de Servicios Públicos de la Ciudad de Neuquén, sostuvo que son "conscientes de que en este debate debe participar el gobierno entrante". El EPAS, como empresa estatal provincial, tiene un papel fundamental en la gestión de los recursos hídricos de Neuquén. Por lo tanto, las decisiones relacionadas con su funcionamiento deben ser consensuadas no sólo dentro del municipio, sino también con aquellos que asumirán la administración de la provincia en el futuro cercano.
Se espera que estas decisiones incluyan modificaciones sustanciales en la antigua ley que regula las actividades de EPAS, ya que rige su funcionamiento data de la década de 1980. Sguazzini sugiere que se debe considerar la posibilidad de realizar modificaciones en la ley constitutiva y que el gobierno entrante de la provincia esté plenamente consciente de esta necesidad y participe de forma activa en un debate constructivo sobre estos cambios, dentro de las responsabilidades que asumen en esta etapa crucial para el futuro de Neuquén.
Sguazzini ya había anticipado a 24/7 CN y AM550 los problemas que tiene la ciudad con este marco tan antiguo. El motivo principal de esta revisión es abordar el alarmante derroche de agua que afecta a la comunidad. Según el concejal, quien compartió sus preocupantes hallazgos en el mes de julio, la ciudad cuenta con 70,000 hogares con servicios regularizados, pero el suministro actual de agua es suficiente para abastecer a 650,000 hogares. Esto significa que cada habitante de Neuquén consume un promedio de 400 litros de agua por día.