La muerte de Pablo Córdoba, un joven de 21 años que prestaba servicio como soldado voluntario en el Ejército Argentino de Zapala, es una tragedia que permanece sin resolver. Si bien tanto su familia como la querella están firmemente convencidos de que se trató de un homicidio, la causa está caratulada como "muerte dudosa".
Uribe compartió detalles sobre las gestiones en el juzgado y las evidencias presentadas. Allí, mencionó que su familia fue citada a declarar y les pidieron reconocer ciertos registros de voz: "En principio serían audios de mi hijo". Asimismo, sostuvo que continúan "desconfiando de toda la transparencia con la que efectúan las cosas" y amplió que dispusieron "peritos a disposición también". A su vez, aclaró que no puede "decir nada" sobre a quién estaban dirigidos los mensajes.
"Nuestra intención es mantener siempre presente este caso hasta que se esclarezca lo que ha ocurrido", enfatizó Uribe al principio de la conversación. La familia está comprometida en descubrir la verdad detrás de la muerte de su ser querido, y su lucha los ha llevado a iniciar su propia línea de investigación.
"La ciencia le ha determinado al juez mediante varias evidencias que mi hijo no pudo haberse efectuado los dos disparos. Y no lo digo yo, ya lo dice la ciencia", afirmó. La madre también expresó su preocupación por el tiempo que ha transcurrido y la necesidad de avanzar más rápido. "La justicia se ha tomado demasiados tiempos", dijo. La familia espera que se responda a preguntas fundamentales, como quién podría haber querido hacerle daño a su hijo y con qué arma se cometió el acto.