Dicen que la “necesidad” y la “ayuda solidaria” siempre están destinadas a juntarse. No importa el tiempo, el lugar o la circunstancia pero siempre se encuentran en el camino de la vida. Para que esto suceda, Dios, el destino o el universo conspiran para encontrar personas de buen corazón que hagan de puente para que todo vuelva a la normalidad que siempre debió ser.
Esta es la historia de Humberto Calfuqueo, un vecino del paraje rural de Los Hornos (a 8 km al este de la localidad de Mariano Moreno), quien el viernes por la mañana salió campo adentro a buscar algunos animales de su propiedad que le faltaban en su chacra. Es así que en la zona conocida como “Los Ramblones” divisó a un pequeño caballo que deambulaba sin rumbo y en completa soledad. Al acercarse a su lado se encontró con la desagradable sorpresa que el animal estaba muy lastimado a partir de que el bozal que alguna vez alguien le puso lo tenía prácticamente incrustado en la piel afectando seriamente la integridad de su cabeza: “Tenía la zona muy inflamada y la verdad que daba lástima verlo en esas condiciones. Decidí traerlo a Los Hornos para ver si era propiedad de algún vecino del lugar”, contó Calfuqueo.
Asimismo relató que de camino, un vecino que transitaba por la ruta 3 desde Covunco Abajo, detuvo la marcha de su vehículo y se ofreció a ayudarlo. Tomó algunas fotografías y se acercó a la Comisaría 34º de Mariano Moreno a dar aviso de la situación que estaba atravesando el animal. Mientras tanto, Calfuqueo procedió a solicitar permiso en un corral de un productor y lo dejo encargado. Cerca del mediodía de este viernes, junto a su esposa Evelyn Montesino, se acercaron a la institución policial a radicar la denuncia formal.
Se le dio intervención a la Fiscalía zapalina
A partir de esta denuncia, los efectivos de la Comisaría local actuaron de oficio para constatar la situación. Seguidamente, se le dio intervención al departamento de Zoonosis de la Municipalidad de Mariano Moreno y a la Fiscalía de la ciudad de Zapala a cargo del fiscal Marcelo Jofré. Mientras tanto las fotos del animal comenzaron a hacerse virales a partir de una publicación en la red social Facebook para ver si se podía encontrar al dueño del infortunado animal. Al mismo tiempo, aparecieron muchas personas que aceptaban en custodia al caballo pero no querían hacerse cargo de los gastos de sus curaciones. Finalmente, a última hora se conoció que el Fiscal, en usos de sus facultades, había dispuesto que se le entregara el animal en carácter de depositario judicial a Humberto Calfuqueo, quien había sido la persona que lo encontró y le brindó las primeras atenciones y curaciones, con un seguimiento permanente del personal de Zoonosis y la asistencia de un veterinario.
El caballo ya recibió un nombre y tiene asistencia médica
Este domingo, afortunadamente el animal ya estaba en mejores condiciones físicas. Es que apenas fue encontrado fue hidratado y alimentado. En primera instancia, recibió antibióticos y antiinflamatorios para comenzar a avanzar en la extracción del bozal. El caballo recibió el amor y el cariño de los hijos del matrimonio de Humberto y Evelyn. Hasta ya lo bautizaron con el nombre de “Pipo”. Según pudo confirmar Calfuqueo, “se trata de un caballo de color bayo gateado y de unos dos años de vida aproximadamente”.
Por su parte, Evelyn se mostró tremendamente agradecida con la solidaridad de toda la gente que se ofreció a colaborar en la recuperación del animal: “Hay una familia que decidió apadrinar al animal y absorber los gastos de curación y alimentación pero quieren permanecer en el anonimato”. Lo cierto es que “Pipo” va mejorando lentamente y según las estimaciones veterinarias en el transcurso de esta semana se analizará su evolución y si es necesaria su intervención quirúrgica o no para retirar los restos del bozal que aún quedan y para restaurar las partes lastimadas.
Hay un profundo misterio sobre el o los dueños del animal y cómo llegó a este total estado de abandono. Según presunciones de vecinos, el animal sería de algún otro paraje cercano o bien se perdió desde algún arreo cordillerano.