El lunes, un grupo de crianceros pasó por Chos Malal en plena travesía hacia un campo intermedio donde invernarán sus animales, en búsqueda de mejores pastos para garantizar una buena parición. El invierno no ha sido fácil, con fuertes vientos que complicaron la alimentación de los animales, y la sequía, que afecta desde hace años la zona. Este movimiento forma parte de la estrategia de las familias que dependen de la cría de chivos, su principal fuente de ingresos.
El arreo, que recorrerá varios kilómetros, tiene como destino final los campos de veranada, hacia los que se dirigirán en diciembre una vez pasada la temporada de cría. “Sacamos los animales en invierno para evitar la nieve, y ahora nos preparamos para la parición en un campo más cercano. Así lo hacemos todos los años”, explicó el criancero Feliciano a Celina Barchiesi, corresponsal de Prima Multimedios, mientras descansaba junto a su familia sobre el río Curí Leuvu.
El impacto del clima en la producción
El invierno, marcado por nevadas pero principalmente por vientos fuertes, fue un desafío para los crianceros de la región. “Este año ha sido difícil. El viento secó los pastos y no ha llovido lo suficiente. La alimentación de los animales se ha complicado”, expresó Feliciano. A pesar de las dificultades, los crianceros mantienen la esperanza de que los campos mejoren, lo que garantizará una buena parición y el crecimiento de los chivitos que comenzarán a vender en octubre.
El traslado de los animales no está exento de riesgos, pero es una práctica común y necesaria para asegurar el bienestar de los animales. “Es una arriesgada mover a los animales en esta época, pero ya estamos acostumbrados. Llevamos haciendo este recorrido todos los años”, afirmó Feliciano, quien lleva años realizando estos traslados junto a su familia.
El rol de la familia en el arreo
El trabajo de trasladar a los animales requiere el apoyo de toda la familia. Feliciano no está solo en esta tarea. Junto a él, su hermano, su sobrino y hasta los más pequeños de la familia se encargan de ayudar en el traslado. La camioneta también juega un papel clave, ya que sirve para transportar animales, forraje y otros suministros. “La camioneta ayuda mucho, especialmente cuando alguna chiva tiene cría durante el camino”, comentó.
La travesía, que dura varios días, tiene como objetivo principal llegar a un campo de parición que les garantice mejores condiciones para sus animales. “Nos quedan dos días más de camino para llegar a destino. Salimos el domingo del campo de invernada, y hasta ahora hemos tenido suerte con el clima”, detalló Feliciano.