¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Jueves 24 de Abril, Neuquén, Argentina
Logo Am2022

Microplásticos: que son y cómo afectan la vida en el Planeta

Billones de partículas que flotan en aguas y vuelan en el aire: de dónde provienen, hasta donde llegan y cuáles son los riesgos.
Sabado, 15 de abril de 2023 a las 15:54

Por Hernán Di Menna

Los microplásticos son partículas diminutas que se encuentran en todas partes: en la nieve de las montañas, en el agua de nuestros ríos y mares, en el aire que respiramos, en las frutas y verduras que consumimos. Son tan pequeñas que solo se pueden ver con un microscopio.

Pueden definirse como fragmentos menores a cinco milímetros que, o bien se fabricaron ya con ese tamaño para ser empleados en productos de limpieza e higiene, o bien se fragmentaron de un plástico mayor como bolsas, envases, botellas durante su proceso de descomposición.

Esta definición, bastante aceptada a nivel científico, fue ligeramente modificada en los últimos años. Ahora se incluyen también las microfibras y los nanoplásticos que derivan de una mayor degradación de los plásticos originales, fibras incluso más pequeñas que un cabello humano, tan pequeñas que fácilmente se convierten en aerotransportables. A nivel técnico, los nanoplásticos son partículas de un tamaño inferior a 0,001 milímetros, mientras que los microplásticos, de 0,001 a 5 milímetros.

Una investigación científica publicada en la revista especializada PLOS ONE revela que desde 2005 se ha producido un aumento rápido y sin precedentes de plásticos en los océanos. Según el estudio, se calcula que en 2019 flotaban en los océanos entre 82 y 358 billones de partículas de plástico, que pesarían entre 1,1 y 4,9 millones de toneladas.Esto afecta principalmente a la fauna marina, que absorbe y come estas partículas. Pero entonces, ¿cómo llegan a nosotros? Simple, por la cadena alimentaria. 

Foto: Se calcula que en 2019 flotaban en los océanos entre 82 y 358 billones de partículas de plástico.
 

QUÉ COMEMOS HOY

Un estudio de la Universidad de Viena determinó que las partículas de plástico no sólo se introducen en el cuerpo a través de los alimentos, como peces, frutas y verduras. La bebida también juega un papel importante: cualquiera que beba de 1,5 a 2 litros de agua al día de botellas de plástico ingiere unas 90.000 partículas de plástico al año solo de esta forma.

Desde hace unos años, científicos marinos y oceanógrafos hicieron sonar la alarma cuando los microplásticos comenzaron a aparecer en las vísceras de los peces y mariscos que investigaban, lo que puso en tela de juicio la seguridad de los alimentos que provenían del océano.

En 2020, un grupo de científicos belgas anunció que las personas que consumían mariscos de manera regular podrían estar ingiriendo hasta 11 mil partículas de plástico en tan sólo un año. Rápidamente, un equipo de la Universidad de Plymouth en el Reino Unido, decidió comparar la amenaza de la ingesta de mejillones contaminados con la inhalación de aire que se produce en un hogar normal. Su conclusión: durante una cena de mejillones, las personas absorberán más plástico inhalando o ingiriendo fibras de plástico diminutas e invisibles que flotan en el aire a su alrededor (fibras desprendidas de su propia ropa, alfombras y tapicería), que comiendo los propios mejillones.

 

Foto: Científicos marinos y oceanógrafos hicieron sonar la alarma cuando los microplásticos comenzaron a aparecer en las vísceras de los peces.

 

DE LA SANGRE A LA LECHE

Ante esta propagación, la comunidad científica del mundo comenzó a estudiar hasta dónde llegan estas partículas. Malas noticias: un estudio reciente de la Universidad Libre de Ámsterdam, liderado por las investigadoras Heather Leslie y Marja Lamoree, ha descubierto por primera vez partículas de plástico en sangre humana.

El equipo de investigadores analizó la sangre de 22 donantes anónimos y descubrió que el 80% tenía partículas de plástico en sangre. La concentración de plástico en la sangre ascendía a una media de 1,6 microgramos por mililitro, lo que es comparable a una cucharadita de plástico en 1.000 litros de agua (diez bañeras grandes). Ahora, el siguiente paso es saber si estas partículas pasan a los tejidos y a órganos como el cerebro.

 

Foto: Los Investigadores han detectado la presencia de microplásticos en la sangre humana. Esto encendió un alerta sobre lo peligrosa que es para el humano, la crisis de la contaminación por plásticos. 

Científicos italianos los hallaron en leche materna por primera vez. Se trata de los investigadores de la Università Politecnica delle Marche, en Ancona (Italia), quienes tomaron muestras de leche materna a 34 madres sanas una semana después del parto. Y tras su análisis, vieron con preocupación la presencia de microplásticos, lo que generó inquietud por los posibles efectos en la salud de los bebés. Según las conclusiones publicadas en la revista Polymers, encontraron partículas en el 75% del total de las muestras.

"La gran pregunta es ¿qué está pasando en nuestro cuerpo? ¿Se retienen las partículas en el cuerpo? ¿Son transportados a ciertos órganos? ¿Y estos niveles son lo suficientemente altos como para desencadenar la enfermedad? Necesitamos urgentemente financiar más investigaciones para poder averiguarlo", ha declarado a The Guardian Dick Vethaak, ecotoxicólogo de la Universidad Libre de Ámsterdam.

LA ESPERANZA: CONCIENCIA Y ROBÓTICA

La crisis de los microplásticos en los océanos hizo que un grupo de científicos de la Universidad de Sichuan, ubicado al oeste de China, desarrollen un prototipo de pez robot que es capaz de comer microplásticos en el agua. Con tan solo 13 mm de largo, este pez robot puede moverse a 30 mm por segundo. Esta es una velocidad promedio a la de organismos microscópicos como el plancton. Además, está hecho de un material similar al nácar, la cual permite su regeneración en caso sufra algún daño.

Foto:  El pez biónico puede adsorber trozos de microplásticos que flotan libremente.

Este pez es guiado a través de una luz, la cual manejan para que siga un camino determinado. Sus propiedades químicas funcionan como las de un imán, es decir, atrae a los microplásticos y los mantiene adheridos a su cuerpo. ¿Y qué pasaría si un pez se come este pez robot? Según sus creadores, no habría ningún problema, pues estos son completamente biocompatibles.

La producción mundial de plásticos alcanzó la impresionante suma de más de 350 millones de toneladas al año. Este es el resultado de la demanda masiva de este material, que fue considerado, hasta ahora, la elección de oro en términos de durabilidad, usabilidad y versatilidad para una gran variedad de aplicaciones y productos de consumo.

Pero entonces ¿cómo resolver el problema de la contaminación plástica? Los investigadores apuntan en dos sentidos: por un lado, las autoridades deben promover acciones proambientales, desde dar beneficios fiscales a las empresas que reutilizan los plásticos como materia prima, hasta hacer pagar los envases y devolver el dinero al retornarlos. Por otro lado, concientizar sobre acciones individuales.

 

Foto: Utilizar envases y utensilios de vidrio, evita la emisión de microplásticos hacia el ambiente.  
 

Estos son algunos consejos para hacer tu pequeño aporte a la solución de este problema:

  • Lavadora siempre llena: Poner la lavadora al tope de su capacidad reduce el roce entre prendas y por tanto se evita la generación de micropartículas plásticas que se generan por la fricción.
  • Envases de vidrio: La manera más económica de eliminar los microplásticos del agua es bebiendo desde recipientes de vidrio. De esta manera se evitan los que se podrían desprender de las botellas de plástico.
  • Buscar opciones a granel: Esta modalidad de compra disminuye el uso de plásticos y el contacto de los productos que se consumen con cualquier tipo de plástico.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD