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Palmeiras goleó a River en una noche impensada

El equipo de Gallardo tuvo errores individuales que le costaron muy caro. Fue 3 a 0 en la cancha de Independiente.
Martes, 05 de enero de 2021 a las 23:42

A Palmeiras le salió todo bien. A River, no le salió nada. Fue uno de esos partidos raros, en los que determinadas circunstancias, anécdotas del juego, pesan lo suficiente como para inclinar la balanza. Un error de Armani, una marca equivocada de Rojas. No explican todo, pero explican bastante. Una increíble falta cometida por Carrascal, que le cuesta la expulsión. Anécdotas, pero determinantes. Después, por supuesto, estuvo Palmeiras. Que concretó la mayor parte de lo que le brindó el destino. Que pudo, incluso, ganar por un par de goles más de diferencia.

No era un partido cualquiera, sino una semifinal de la Copa Libertadores. Comenzó con un River dominante y ejerciendo su natural tendencia a jugar bien, atacar, ser intenso. Nada permitía augurar lo que finalmente sucedería. Ni siquiera el primer gol, que Roni convirtió después de un tremendo error de Armani, cuando el arquero rechazó con los pies una pelota que venía como para ser tranquilamente tomada por las manos.

El primer tiempo terminó con River un gol abajo, nada que no pudiera revertirse. Pero sucedió que apenas comenzado el segundo período, cuando Rojas marcó al revés,  y permitió que Luiz Adriano usara su cuerpo para dejarlo atrás, encarara hacia el arco, enfrentara a Armani, y le hiciera pasar la pelota entre las piernas, con una seguridad apabullante. Allí empezó el derrumbe emocional de los jugadores de River.

El gol le dolió mucho a River, y le costó asimilarlo, al punto que pareció "groggy" durante varios minutos, y curiosamente una "canchereada" de Gabriel Menino, bajando con el taco una pelota que llegaba por elevación, terminó siendo definitivamente productiva para las aspiraciones de los conducidos por el portugués Abel Ferreira. Es que esa acción provocó el enojo de varios. Y fue, tal vez, la causa de que  Jorge Carrascal fuera a hacer justicia, con una doble patada, con derecha e izquierda, contra el jugador brasileño. Fue expulsión, roja directa.

Enseguida, el millonario recibió el tercer tanto por un cabezazo, espléndido, del lateral izquierdo uruguayo Matías Viña. Así las cosas, se empezó a ver como probable que Palmeiras metiera un cuarto gol. Y no lo metió por esas cosas raras del destino, que parecía haber puesto el tope en tres para las desventuras ocasionales de Gallardo y sus dirigidos.

Así, el partido de la semana que viene será crucial, difícil, para River. Quedó comprometido en su clasificación a la final el equipo de Gallardo. ¿Podrá haber milagro? No se puede aventurar un pronóstico. Sí se puede decir, sin dudas, que lo de la noche en Independiente fue un cúmulo de desaciertos para River, y una montaña de aciertos para el Palmeiras.

 

 

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