El arquero de la Selección Argentina, Emiliano "Dibu" Martínez, llegará a la pantalla grande a través de un largometraje animado que recreará su infancia. El film será producido por Orsai Audiovisuales con el título "Emi On Off" y contará la historia de un niño de 12 años que quiere ser el mejor arquero del mundo y un día descubre que tiene un superpoder.
Durante cinco meses, Martínez, el dibujante Liniers y el escritor Hernán Casciari se conectarán por Zoom para escribir y dibujar esta historia, a la vista de los socios productores del proyecto.
La productora de Casciari anunció también que este año realizará otras tres películas, que contarán con la colaboración de Diego Capusotto y Pedro Saborido, Felipe Pigna y Tamara Tenenbaum, en proyectos propios.
El arquero del combinado nacional fue noticia ayer al referirse nuevamente a la modificación que estableció la International Board que limita el comportamiento de los porteros en los tiros desde el punto del penal.
La nueva normativa se modificó con posterioridad a la final del Mundial Qatar 2022 y el texto pareció diseñado para evitar que se replique la actitud del jugador albiceleste en la competencia, y previamente, en la Copa América.
Con su habitual estilo, el futbolista respondió, otra vez, al tema, en el programa Perros de la calle que conduce Andy Kusnetzoff , quien le formuló la pregunta; “Sos tan importante que hicieron una Ley Anti-Dibu: ¿te dio gracia, te pegó mal, te parece que no está bueno, que no va?”.
Distendido, Martínez contestó: “Me encantó, porque siempre buscan alguna excusa. Pero ya a la familia, a la gente cercana, le decía: ‘Me da igual, ya somos campeón de todo’. Campeón del Mundo, de América. La hicieron tarde”, añadió, picante, ante el comentario del artista Liniers.
Con una sonrisa pícara, Emiliano salió en defensa de los arqueros y señaló que “los delanteros se pueden frenar, hacer todo y nosotros no podemos hablar”. “Me parece que está mal, pero bueno”, cerró. “Igual, le vas a encontrar la vuelta de seguir utilizando la psicología”, lo entusiasmó el escritor Hernán Casciari. Lejos de cualquier protocolo, el arquero sentenció: “Da igual, yo atajé lo que tenía que atajar”.