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Jueves 24 de Abril, Neuquén, Argentina
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El gran desafío de acá a diciembre

La transición requiere de un compromiso pleno y un esfuerzo extra en un escenario nacional complejo que incide directamente en la provincia.
Sabado, 29 de abril de 2023 a las 21:51

La transición por la que camina Neuquén rumbo al cambio de gobierno -que arribará el 10 de diciembre- es extensa y requiere, entre otros factores, del compromiso pleno de quienes (con distintos grados de responsabilidad) conducirán los destinos de la provincia en la terminación de esta gestión y hasta aquel mismísimo día.


Las políticas de Estado están aseguradas. Así lo afirmaron el gobernador Omar Gutiérrez y el sucesor electo, Rolando Figueroa, al término de un encuentro formal que compartieron hace ya algunos días. Se entiende que, en lo medular, asuntos de gran preponderancia como las políticas macro que giran en torno a Vaca Muerta no causarán miradas contrapuestas. Distinta es la distribución de los dividendos que provienen de la explotación gasífera y petrolera, que el nuevo gobierno ha prometido modificar y que no tiene por qué abordarse en la mesa bipartita.


Mientras los delegados de uno y otro sector -el ministro Sebastián González y el ex concejal Juan Luis Ousset- avancen en sus encuentros, el sector que gobierna deberá garantizar la diaria y dar una vuelta de página para dejar atrás el comprensible abatimiento del revés electoral. Los factores que llevaron a ello deberán abordarse (o no) dónde y cuándo corresponda


Es importante y hasta fundamental que aquellos que asumirán las responsabilidades para las que han sido elegidos reciban una provincia con las cuentas ordenadas y los servicios en pleno funcionamiento. En la semana no todos funcionaron. Por el contrario, el Instituto de Seguridad Social (ISSN) y distintos centros asistenciales y edificios educativos acusaron el impacto de las protestas. Aún resta un largo trecho y el tránsito debería (y debe) ser sin sobresaltos, más allá de la lógica incertidumbre que puede llegar a reinar entre ciertos componentes de la planta política, seguramente no todos.


La gestión es prioridad. Máxime en el contexto que impone esta Argentina devenida en un cúmulo de tensiones, con el proceso inflacionario en modo estrés y las corridas cambiaras que llevaron al dólar a casi 500 pesos, con todo lo que ello implica. El impacto negativo es fuerte también en esta provincia rica y plena de potencialidades, pero que no escapa a las generales del país.
La pobreza, las penurias para llegar a fin de mes, las dificultades para reponer mercaderías, los precios de los supermercados y la imposibilidad de afrontar el pago de deudas, obligan a que el Estado provincial no baje la guardia. Porque si bien no tiene injerencia en las cuestiones de la economía a gran escala, debe seguir estando ahí donde haga falta, con la impronta de siempre y que, en definitiva, ha caracterizado a los distintos gobiernos del MPN.


El Estado no puede ni debe bajar la guardia frente a un escenario nacional que amenaza con llevar las penurias más allá de los habituales destinatarios de la asistencia social. El caso de la mujer que tiene trabajo pero duerme en su auto porque no consigue alquilar en Villa La Angustura, alerta sobre las realidades de la clase media. Lamentablemente, el suyo no es un episodio aislado.

En lo político, el calendario electoral ofrece revancha, pero a la vez no da respiro. En lo provincial, aún restan las municipales en ciudades como Cutral Co, Plaza Huincul, Villa La Angostura, Rincón de los Sauces y Plottier; y a eso se suman las primarias (PASO) y las generales en las que se votará presidente y legisladores nacionales.


En el caso de Neuquén no se votarán senadores porque los mandatos de Lucila Crexell, Oscar Parrilli y Silvia Sapag terminan en diciembre de 2025. En cambio, de los cinco diputados, tres tienen mandato hasta diciembre de 2025 (Tanya Bertoldi, Pablo Cervi y Rolando Figueroa) y los otros dos terminan este año (Francisco Sánchez y Guillermo Carnaghi). Por lo que la provincia sólo votará dos diputados nacionales. Naturalmente, Figueroa será reemplazado aplicando la ley de genero por actual ministro de Gobierno y Educación, Osvaldo Llancafilo.


Ahora bien, el camino a las PASO plantea una serie de interrogantes que se apoyan en el nuevo escenario político neuquino. Se desconoce cómo abordará el tema de las candidaturas el espacio que conduce Figueroa, pero se sabe que uno de los socios (el PRO) tiene sus diferencias internas: tanto la diputada provincial reelecta Leticia Esteves como el diputado electo Marcelo Bermúdez responden al jefe de gobierno porteño y precandidato a la presidencia de la Nación, Horacio Rodríguez Larreta; mientras que el diputado Sánchez lo hace a la también precandidata, Patricia Bullrich. Ahí hay cuestiones por resolver, lo que no se sabe es cómo. 

En el MPN el asunto es quizá más interesante. La sociedad con la que Azules y Petroleros (Azules y Blancos) llegaron a las urnas expiró con el escrutinio al que le siguieron las demandas de autocrítica ensayadas por los dos referentes principales de este último sector. El secretario general del gremio, Marcelo Rucci y el dirigente histórico, Guillermo Pereyra, no demoraron sus cuestionamientos. Luego el asunto se diluyó y la pregunta es, ahora, cuántos sectores se enfrentarán en las PASO y si habrá más de dos. Las especulaciones que pueden abrirse son, en verdad, apasionantes. Pero, por supuesto, no hay mucho tiempo que digamos, ya que las PASO serán en agosto y las generales en octubre.


En fin, en los encuentros de la transición Ousset y su equipo recibirán informes (se entiende detallados) de cada uno de los organismos centralizados y descentralizados, y podrán preguntar sobre cuestiones que consideren prioritarias. Del mismo modo, colaborarán para que se cumplan los objetivos que restan de aquí al cambio de gobierno, para llegar de la mejor manera posible.
La transición es inédita, al menos con las características actuales. De eso no hay dudas. Nunca la hubo por la sencilla razón de que los gobiernos del MPN se sucedieron entre sí. Ahora viene un recambio en el que según se adelantó el nuevo gobierno convocará a aquellos a los que considere los mejores en lo suyo.


Figueroa y los suyos deberán hacer una lectura ministerio por ministerio y puntualizar, tal vez, en dos de ellos que si bien nacieron con buenas intenciones -las de multiplicar derechos e incorporar políticas- se quedaron precisamente en eso: las intenciones. Los conversatorios, las charlas, eventos carentes de soluciones concretas y otras acciones de las que dan cuenta las redes oficiales parecieron estériles frente a hechos puntuales como los casos de violencia escolar, si es que entre los objetivos se encontraba el de propender a la armonía y el entendimiento entre adolescentes. Tampoco se observaron logros importantes en materia de prevención de la violencia contra las mujeres, pese que se contó con recursos para abordar dicha problemática; ni existió involucramiento alguno con el drama de quienes reclaman desde hace años para poder ver sus hijos, teniendo en cuenta que la obstrucción al vínculo es maltrato infantil y los casos ya cuentan de a miles. Hasta donde se sabe no se ofreció mediación ni contención alguna, ni tampoco un trabajo coordinado entre poder ejecutivo y judicial a sabiendas de lo que hoy ya nadie niega: el decadente trabajo de los jueces del fuero de familia en Neuquén. En definitiva, no resolvieron problemas reales.


Este es el contexto en el que se avanzará hacia la etapa de cambios de la que supuestamente no estará exenta la administración pública provincial que, como en todo cambio de gobierno, se encuentra en discusion y analisis los pases a planta y otros compromisos adquiridos de un Estado provincial superpoblado.

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