Santiago Peña, un joven economista del Partido Colorado, asumió ayer la presidencia de Paraguay. El mandatario fue investido después de prestar juramento ante el presidente del Congreso, Silvio Ovelar. Previamente había jurado el vicepresidente Pedro Alliana en la explanada del Palacio de López, repleta de invitados.
En su discurso de asunción, Peña aseguró: "Estableceré puentes de diálogo y cooperación con todos los sectores para lograr acuerdos que beneficien a nuestro país”. También dio un mensaje en clave geopolítica, al referirse a la agenda internacional. Al respecto, dijo que Paraguay "está llamado a ser protagonista en el concierto de las naciones" en materia de agua, seguridad alimentaria y energía.
Peña es empresario, ex director del Banco Central y exanalista en el Fondo Monetario Internacional. Es el delfín político del ex presidente Horacio Cartes. Peña es hijo de una argentina y tiene dos hermanos argentinos. Una de los temas de su agenda regional sin dudas será fortalecer la relación con nuestro país.
Además, Peña tendrá una situación compleja a comandar: la relación con Taiwán. Paraguay es uno de los poco más de 10 países que reconocen a Taiwán como país, el único de América latina. De hecho, el vicepresidente de Taiwán, y posible futuro presidente, William Lai. Esto es una afrenta para China, que pudo ingresar a toda América latina con su Nueva Ruta de la Seda, menos a Paraguay.