La deforestación de los bosques de América del sur es moneda corriente y tiene en alerta a las autoridades políticas no solo sudamericanas, sino de todo el mundo. El Amazonas ha sido depredado a un ritmo preocupante en los últimos años. En este marco, Ecuador confirmó que 65.000 hectáreas se suman como área protegida.
La iniciativo es auspiciada por la cooperación alemana y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). El área protegida está bajo custodia de las comunidades Mashientzi y Tinkias, de la etnia achuar, en la provincia amazónica de Napo, precisó el Ministerio de Ambiente en un comunicado. El gobierno entregó 158.000 dólares a cada comunidad para la conservación de las áreas.
Desde el gobierno, el ministro de Ambiente, José Dávalos, aseguró que con este proyecto reafirma el compromiso de "tomar medidas para mitigar el cambio climático, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la deforestación", lo que contribuye a preservar las fuentes hídricas y cuidar la naturaleza.
El proyecto busca mejorar las condiciones de vida de las comunidades amazónicas. Las mismas recibirán servicios básicos e incentivos para el desarrollo de "bioemprendimientos" para impulsar la economía local.
"Este proyecto tiene metas ambiciosas para el futuro y, hasta el año 2025, tenemos la proyección de conservar alrededor de 1,9 millones de hectáreas" de bosques, sostuvo el ministro. El programa implementado es una estrategia nacional de conservación de bosques nativos, páramos y otras formaciones vegetales autóctonas de Ecuador, que actualmente abarca 77 ecosistemas a escala nacional, según refirió el Ministerio de Ambiente.