La polémica reforma judicial promovida por el presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador, tensa las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y Canadá. También sacude los mercados financieros.
"Por supuesto que vamos a respaldar siempre al presidente de la República y eso no quiere decir que cambien las relaciones con Estados Unidos y Canadá, pero sí es importante que las y los embajadores de estos países (sepan) que hay temas que corresponden exclusivamente a las y los mexicanos", expresó la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, en una conferencia de prensa, como reacción a las declaraciones de López Obrador sobre una "pausa" en su relación con las embajadas de ambos países.
La futura mandataria enfatizó que temas como la conformación del Poder Judicial deben discutirse de manera interna por lo que, aseguró, "el presidente tiene su razón para tomar esta decisión".
El jueves pasado Estados Unidos alertó de que la reforma judicial del Gobierno pondría en "riesgo" la democracia en México y "amenazaría" la relación comercial con Estados Unidos, que "depende de la confianza de los inversores en el marco legal de México".
"Mis inversores están preocupados, quieren estabilidad, quieren un sistema judicial que funcione si hay problemas", dijo por su parte Graeme Clark, el embajador de Canadá, también miembro del importante acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y México.
De aprobarse la reforma, los mexicanos irían a las urnas a partir de 2025 para elegir a jueces, magistrados y a los ministros de la Suprema Corte, mientras que en 2026 el país afrontará la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que pide seguridad jurídica para las inversiones.