Al menos 558 personas y más de 1800 heridos dejaron hasta ahora los ataques con los que Israel amplió la ofensiva contra el grupo terrorista Hezbolá. El portavoz del Ejército israelí dijo que harán "lo que sea necesario" para expulsar a Hezbolá de la frontera del Líbano con Israel.
Se trata del ataque más letal desde la guerra entre Israel y Hezbolá en 2006. El Ejército israelí pidió a los residentes del sur y el este del Líbano evacuar sus hogares antes de la ampliación de su campaña aérea contra el grupo chiíta. Miles de libaneses huyeron hacia el sur. La principal carretera que sale de la ciudad portuaria de Sidón se llenó de vehículos que se dirigían a Beirut, en el mayor éxodo desde 2006.
En un mensaje grabado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, instó a los civiles libaneses a atender los llamados israelíes para evacuar, diciendo que "tomen esta advertencia en serio". "Por favor, salgan del peligro ahora", dijo Netanyahu.
El ministro de Información del Líbano, Ziad Makary, dijo que su oficina en Beirut había recibido un mensaje grabado que ordenaba a la gente que abandonara el edificio. "Esto se produce en el marco de la guerra psicológica implementada por el enemigo", dijo Makary, e instó a la gente a "no prestar al asunto más atención de la que merece".
Hagari afirmó que los ataques aéreos generalizados del lunes habían infligido graves daños al grupo proiraní. Hagari dijo que Hezbolá ha lanzado unos 9.000 cohetes y drones contra Israel desde octubre pasado, incluidos 250 el lunes solamente.
El Ejército dijo que los aviones de guerra israelíes atacaron 1.600 objetivos de Hezbolá, destruyendo misiles de crucero, cohetes de largo y corto alcance y drones de ataque. El portavoz dijo que muchos estaban ocultos en áreas residenciales, mostrando fotos de lo que dijo eran armas ocultas en casas privadas. Israel estima que Hezbolá tiene unos 150.000 cohetes y misiles, incluidos misiles guiados y proyectiles de largo alcance capaces de atacar cualquier parte de Israel.