Luego que estallara la polémica por las prisiones domiciliarias dispuestas por el Poder Judicial, como medida de prevención de contagios de COVID 19 de la población carcelaria, desde el Ejecutivo se anunció la construcción de módulos de aislamiento en algunos penales federales. Serán para alojar reclusos incluidos en los grupos de riesgo sanitario por edad o enfermedades preexistentes.
En las últimas horas se informó que la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Losardo, y su par de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, acordaron un plan de reacondicionamiento de espacios existentes en el interior de los establecimientos penitenciarios federales, para transformarlos en centros de aislamiento en el marco del avance de la pandemia de coronavirus.
Los sitios remodelados recibirán "equipamiento técnico" y todo aquello que permita poner en práctica las "medidas sanitarias en cumplimiento de los protocolos del Ministerio de Salud" con el objetivo de prevenir y controlar la propagación del Covid-19, según un comunicado.
Los ministros avanzaron, además, "en la posibilidad de incorporar centros de salud modulares de emergencia" en los Complejos Federales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (cárcel de Devoto), el Complejo Penitenciario I de Ezeiza, el Complejo Penitenciario II de Marcos Paz, el penal de Güemes (Salta), y en la unidad federal de Rawson (Chubut), según se detalló.
El acuerdo se conoció instantes después de que autoridades del Gobierno, funcionarios judiciales y presos del penal de Villa Devoto acordaron en la mesa de diálogo instaurada en ese penal la conformación de un grupo de trabajo que aborde la temática penitenciaria en forma "integral".
En la mesa de diálogo de Devoto se dieron hoy por concluidas las negociaciones iniciadas el 24 de abril pasado tras la jornada de protesta de detenidos en reclamo de prisiones domiciliarias por el coronavirus.