En la tarde noche de este último viernes se viralizó una carta abierta de un testigo del crimen de Fernando Báez Sosa, el chico brutalmente asesinado hace 3 años en Villa Gesell. El estremecedor relato se dirige a los jueces y fiscales, a la familia de la víctima y, especialmente, a los rugbiers acusados del homicidio con el objetivo de exigir justicia por Fernando. “¡Hoy es tarde para pedir perdón, si! Pero todavía están a tiempo de mostrar valentía y alivianar su alma”, escribió el taxista apelando a la sinceridad de los inculpados.
“Hoy estoy acá por la causa de Fernando Báez Sosa. Lamento haber presenciado este acto inhumano, pero a la vez le agradezco a Dios ponerme en el lugar y darme la valentía para testificar. Me hubiese gustado que Fernando cuente su verdad”.
La cronología del ataque puertas afuera del boliche Le Brique inicia con la imagen de Fernando intentando reingresar al local bailable tras explicarle la situación a un personal de seguridad. “El día de esta salvajada yo estaba estacionado con mi taxi en la puerta del boliche” asegura, Marcos, agregando que “a Fernando lo sacaron del boliche sin mayores problemas” por lo que el joven quiso entrar nuevamente justificando sus acciones con un patovica. En ese momento, al no dejarlo pasar, cruza la calle mientras "sacan a otro grupo de chicos del baile”.
“En ese momento me llama la atención la forma en que sacaban a un chico alterado de camisa oscura y bermudas. Muy sacado fuera de sí! Junto a él sacaron a otros más, unos 4 o 5”, enfatiza. En medio del altercado, el taxista señaló que lo que más escuchaba era un grito que se repetía por parte del último grupo: “Hay que ir a cagarlos a palos”. Es entonces cuando el griterío crece, el grupo cruza corriendo la calle y se dirige "directamente hacia Fernando para agredirlo sin mediar palabra”, con golpes de puño, patadas e insultos como “negro de mierda”, “te vamos a matar” y “ahora estamos afuera”.
Ante el trágico episodio el taxista indicó que otro hecho que recuerda son “las 3 o 4 trompadas de un chico de camisa blanca en la cara de Fernando”, que ya estaba desvanecido, y a “un chico de remera oscura y bermuda que le dio una patada en la cara”. Días a atrás Juan Bautista Bezzuso -amigo de la víctima- había identificado a Máximo Thomsen y a Enzo Comelli como parte del grupo que provocó la muerte de Fernando.
Asimismo, el testigo relató que hubo dos chicos (no sabe si eran amigos) que querían separar pero que, en el intento, fueron apartados con varios golpes, por lo que no pudieron llegar a Fernando, quien ya estaba “tirado, inmóvil y ensangrentado”. La carta abierta dirigida a los jueces y fiscales, detalla por último que "una chica llegó a socorrerlo y a los gritos pidió que llamen a una ambulancia”, al tiempo que los agresores salían caminando “como si no hubiese pasado nada” y vociferando insultos de todo tipo. El estremecedor relato de Marcos finaliza cuando unos clientes suben a su taxi y él continúa con su trabajo. La carta concluye implorando justicia por Fernando.