Desde este lunes, se reduce en unos 10 puntos porcentuales el Impuesto PAIS para bienes y fletes. Pasa de 17,5% a 7,5% después del aumento que tuvo en 2023, cuando asumió Javier Milei a la presidencia. Por el momento, los gastos en el exterior no estarán afectados.
Para ciertos bienes nacionales que utilizan insumos importados, la carga tributaria del Impuesto PAIS en el precio de venta final con IVA puede ser de 2%, 4% y 6%, dependiendo la estructura de costos. En el caso que sea del 2%, la reducción del tributo implicaría una baja de precios del 1,14%. Esto se traduce a que si un producto que cuesta $1.000 podría pasar a valer $11,4 menos. Si el peso sobre el precio que paga el consumidor es del 6%, la disminución sería del 3,4% o $34.
Si bien Luis Caputo, ministro de Economía, aseguró que los cambios impactarán en una baja de precios en septiembre, los empresarios afirman que no será inmediato y que podría haber una caída en la demanda. Algunos productos electrónicos podrían tener una rebaja de precios. A eso se le suma productos del agro y algunos alimentos.
Esta medida no alcanza a paquetes y viajes internacionales. Si bien en un principio se especuló con la posibilidad de que la rebaja incluyera también a gastos de turismo en el exterior, el ministro dejó en claro que, al menos por el momento, se circunscribirá a la importación de bienes y fletes.
La carga impositiva que actualmente rige sobre el dólar turista es la siguiente: al tipo de cambio minorista del banco de cada consumidor se aplica un plus del 30% del dólar minorista del Nación en concepto de Impuesto PAIS y otro 30% de percepción a cuenta de Ganancias o Bienes Personales. Ninguno de esos dos extras desaparece, al menos en lo anunciado hasta el momento.
¿Menor recaudación?
Otro de los efectos claros de la baja del impuesto PAIS es la parte fiscal. Se estima que la recaudación que dejará de recibir el fisco por la reducción de alícuotas es de 0,4% del PBI.
Según consultoras, el impuesto PAIS representó el 6,3% de los ingresos totales del Estado entre enero y julio.
Al respecto, el Gobierno cree que la reducción no debería poner en peligro el superávit fiscal por la compensación de ingresos que tendrá el fisco con las medidas del paquete fiscal y el reajuste del impuesto a las Ganancias.
En términos cambiarios, hay un efecto de competitividad implicaría mayor demanda de divisas para la importación. El tipo de cambio importador caerá a $1.025, un nivel similar en términos reales al de la previa de las PASO en agosto de 2023. Esto se traduciría en un incremento de las compras externas.