La investigación por un robo a mano armada a un distribuidor de alimentos ocurrido el pasado 9 de mayo, derivó en la realización de cuatro allanamientos. En uno de los procedimientos realizado en el barrio Confluencia, la Policía dio con un verdadero arsenal, consistente en armas cortas y largas de diverso calibre y municiones, cuyos moradores estarían sospechados de ser proveedores de armas a bandas delictivas. En total fueron detenidas siete personas, algunas solamente para la verificación de antecedentes.
Se informó que los allanamientos fueron dispuestos por la Fiscalía de Robos y Hurtos, en la pista del atraco que sufrió un joven que hizo un delivery en una vivienda de Cuenca XV.
A partir de ese episodio, se desprendieron cuatro domicilios en los que podrían esconderse los ladrones: en Almafuerte II, dos en Toma Norte y el restante en calle Paimún, del barrio Confluencia.
En los tres primeros procedimientos, que comenzaron de manera simultánea a las siete y cuarto de la mañana, los uniformados no lograron obtener elementos de interés para la investigación.
Pero en la diligencia del Confluencia, se llevaron una enorme sorpresa, a poco de ingresar.
Luego de identificar al morador, un hombre de 50 años, los efectivos realizaron una requisa por los ambientes de la casa y en el dormitorio matrimonial, a un costado de la cama de dos plazas, encontraron una enorme cantidad de armas y municiones.
Oficialmente se informó que hallaron:
Además, fueron encontradas 122 balas calibre 9 milímetros; 561 proyectiles calibre 22; un cargador con 32 cartuchos calibre 22 largo; dos cargadores de calibre 22 largo; 13 cartuchos calibre 16; 13 cartuchos calibre 28 y una servida vaina calibre 9 milímetros.
Las sospechas de los investigadores, que deberá ser corroborada en el expediente judicial, es que los moradores de la casa se dedicarían a la provisión de armamento a bandas delictivas de la ciudad.