Al cabo de una extenuante audiencia de reformulación de cargos, la fiscalía aseguró que Sara Miranda, imputada por el cruento asesinato de Roque Mora, en una vivienda de Plottier el pasado 10 de julio, lo mató para robarle un dinero que el hombre guardaba y que le serviría para saldar parte de algunas deudas surgidas del juego y de los dos meses de alquiler que no había podido cancelar.
La nueva teoría fue dada a conocer hoy por la fiscal Maria Eugenia Titanti frente a la jueza de Garantías Estefanía Sauli.
Sara Miranda, de 45 años, está acusada de haber asesinado a Roque Mora, de 73, en el interior de la vivienda de Rivadavia al 200 de Plottier. El hombre fue encontrado con casi un centenar de heridas cortantes y punzo cortantes en su habitación. Las primeras evidencias –cámaras de seguridad y testimonios- apuntaron a Miranda, una ex empleada de la casa. Fue detenida, imputada de homicidio calificado agravado por alevosía y se le dictó prisión preventiva. En una audiencia posterior, se la benefició con prisión domiciliaria por dos meses.
Este viernes, en una larga audiencia, la fiscal aseguró que Mora había cobrado por esos días unos 50 mil pesos correspondientes a su jubilación y la de su esposa –que había fallecido un mes antes- y que los había guardado en una dependencia de la casa.
Según relató Titanti, la imputada conocía la existencia de esa plata pero no dónde la guardaba, y es por eso que “lo torturó hasta que se lo revelara”. Y finalmente lo asesinó.
Al parecer en los días siguientes al crimen Miranda logró saldar parte de sus deudas.
La imputada presentó una nueva defensa, integrada por las abogadas particulares Celina Fernández y Jorgelina Montero.
También participó de la audiencia el abogado Gustavo Lucero como querellante.