Hoy no fue un día más de clases en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba. Hoy había una silla vacía, donde habitualmente se sentaba Catalina Gutiérrez , y sus compañeros no lo pasaron por alto.
Con flores violetas y un cartel indicando "Acá debería estar Cata" en una silla, la sala donde compartía conocimientos con sus amigos y compañeros, incluso con su femicida, Néstor Soto, se tiñó de dolor y pedidos de justicia.
El femicidio ocurrió el 17 de julio pasado, cuando Catalina iba a encontrarse con su novio, una amiga y Néstor Soto en el Patio Olmos, pero nunca llegó porque en el trayecto Soto la estranguló, y luego intentó prender fuego el auto en el que Catalina lo había pasado a buscar. Se conocían y estudiaban juntos hace más de tres años. El joven oriundo de Bariloche declaró que "era el amor de su vida" , pero como ella estaba enamorada de su novio de muchos años, la mató.
La conmoción perdura en toda Córdoba, mucho más en el ámbito universitario porque a la Facultad hoy le faltan dos alumnos: una mujer asesinada, y un hombre detenido , seguramente con prisión perpetua acusado de femicidio.