"Estaba en la guardia y a las once y media me informaron que una camioneta estaba en el río", así comenzó el relato de Gregorio Blanco, bombero que se vistió héroe en una situación traumática, penosa y dotada de un nerviosismo sin igual. Cuando llegó al río, se encontró con dos policías que se ofrecieron a acompañarlo y ahí Blanco se percató de que la camioneta estaba en el medio del río porque cuando la represa no trabaja con las turbinas, quedan islotes de tierra y esa fue la razón por la que el dueño de la camioneta se dirigió allí, sin las previsiones del caso. "En ese momento le expliqué a esta persona que se trataba de cosas materiales. Mi intención era calmarlo y transmitirle tranquilidad", dijo.
"Buscamos todas las maneras de sacarlo. El rescate duró varias horas, asi que me tomé el tiempo para avisar a la central, a Prefectura, a gendarmería y activé todas las radios de emergencia", contó el bombero.
El dueño de la camioneta provenía del barrio San Lorenzo y se dedicaba a arreglar lavarropas. Había adquirido el vehículo hace poco tiempo y, en la mitad del río, estaba hundido y estancado. Más allá de eso, Gregorio Blanco fue más optimista que nunca e hizo todo el esfuerzo necesario para sacar la camioneta del lugar.
No es la primera vez que se estanca un vehículo, pero si fue la primera ocasión en que un auto se queda en el medio del río.
Desde hace 3 años que Gregorio Blanco es bombero y anunció que se capacitará en noviembre sobre el rescate en aguas."En el cuartel nos enseñan que debemos hacer todo porque somos pocos, pero a la vez nos recomiendan que debemos mantener la calma para esta tipo de situaciones", dijo.