Hace ya varios meses de que los casos de COVID comenzaron a bajar bruscamente en toda la región y las autoridades de los países, se adaptan a la situación epidemiológica y modificaron las restricciones.
Sin embargo, Chile es el único país de la zona que sigue con medidas antiguas, con poca explicación y que volvió a extender el cierre de fronteras. La medida no cayó para nada bien en los turistas y, sobre todo, en las familias chilenas que no pueden viajar a la Argentina o entrar a Chile, por las vías terrestres dispuestas en la provincia.
Jorge Beals Pott, cónsul chileno en Neuquén, aseguró en La Primera Mañana por AM550: "la frontera terrestre chilena se cerró el 30 de noviembre pasado, y eso fue un problema porque se había anunciado la apertura para el 1ero de diciembre y esto no sucedió. Yo como servidor público estoy sujeto a órdenes, pero hay mucha gente que piensa que yo puedo abrir y cerrar los pasos y eso no es así. Esto ha sido bastante difícil desde el 30 de noviembre, no hemos parado de trabajar desde ese día, dando permisos excepcionales".
"Hubo gente que abusó de estos permisos y que no viajaba por razones humanitarias o de salud, y lo hacían por turismo, y es por eso que se dejaron de otorgar. Por eso quedaron personas varadas en Chile que no podían volver a Neuquén" comentó Beals Pott.
De todas maneras, y teniendo en cuenta que el nuevo decreto extiende el cierre de fronteras hasta el 30 de abril, el cónsul, a modo de opinión personal comentó que "esto a partir de mayo irá normalizándose".