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Miércoles 23 de Abril, Neuquén, Argentina
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Darío Martínez en el centro del huracán

Guzmán había pedido su separación. Se fueron varios y él quedó atornillado a su silla ¿Qué dijo Batakis?
Martes, 05 de julio de 2022 a las 08:52

¿Peligra la estabilidad del secretario de Energía de la Nación? La pregunta sobrevuela por Buenos Aires y repercute aquí, en Neuquén, ya que su titular, Darío Martínez, no sólo es el presidente del PJ provincial sino también el eventual precandidato a gobernador por el Frente de Todos.

Este lunes por la tarde en C5N (canal de TV porteño con acceso directo a información oficial y del kirchnerismo duro) se dijo que el presidente Alberto Fernández le dio libertad absoluta a la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, para que disponga de los cargos en todas las áreas, incluida esa secretaría. Por la noche Batakis lo confirmó, le preguntaron expresamente por Energía y dijo que “una necesita trabajar con su gente de confianza”. “Todo va a ser mi equipo”, agregó.

Se dice que Martínez horadó al ahora ex ministro, Martín Guzmán por mandato de Cristina Fernández de Kirchner a quien también le atribuyen haber exigido la designación de Batakis. Pero la vicepresidenta no estuvo en la Casa Rosada durante la asunción de la nueva ministra que se realizó este lunes ¿Será Martínez un fusible para calmar las aguas? Quién sabe.

Lo que sí se sabe es que Batakis fue la ministra de Daniel Scioli durante momentos de tensión con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Y lo que también está claro es que la derrota política, en esta crisis, fue para el dueño de Dylan; y -como siempre- los padecimientos fueron para el componente inmensamente mayoritario de la población (que por supuesto lo sintió en los cada vez más devaluados bolsillos).

Se da por acreditado que apenas unos días antes de su renuncia, Guzmán le había pedido al Presidente el desplazamiento de Martínez, y de otros dos funcionarios cristinistas. Luego, con la salida de Guzmán (con más pena que gloria), buena parte del séquito de funcionarios se fue tras él. Martínez, en cambio, se aferró a su silla. Y ahí estaba, hasta anoche.

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