El martes se registraron 937 contagios en un solo día, ayer, un nuevo récord con 977. Mientras tanto, hospitales de toda la Provincia anuncian su inminente colapso. Victor Nolli, director del Hospital Heller dialogó con 24/7 sobre la desesperante realidad que está viviendo el personal de Salud frente a la segunda ola de Coronavirus: "Todo el impacto y el trauma que deja todas las cosas que nos tocó ver, hacernos la idea de que vamos a tener que disputar un segundo round con un enemigo más potente, pone a prueba no solamente el desempeño profesional sino todo lo que es las agallas más internas de cada uno de nosotros", relata.
"Todos los hospitales de la Provincia contamos la misma foto, las guardias desbordadas con pacientes requirentes de oxígeno, requirentes de internación", comienza, y detalla qué significa la palabra "colapso", que tanto se está escuchando estos días:
"Colapso es la incapacidad para hacer frente a todas las demandas que nos pone a prueba esta epidemia, tan devastadora.
El colapso, el cansancio de todo el equipo sanitario, la incertidumbre de todos los que nos toca conducir, los que les toca atender.
El colapso es no saber qué va a pasar después y en qué momento no vamos a poder asistir a un paciente que está ahí afuera y no puede ingresar. Como van las cosas, puede que el paciente no llegue a acceder a la atención de una guardia".
En este contexto, reiteró el pedido a la sociedad para que cumpla con las restricciones dictadas por el Gobierno y los protocolos de distanciamiento y uso del barbijo, ya que los contagios avanzan a pasos agigantados, aún en comparación con el año pasado. "En este momento, la explosividad de la cadena de contagio es realmente de una magnitud que va a ser imposible en los próximos días, si no logramos disminuir la circulación. Llegará a puntos mucho más graves que lo que es el colapso sanitario", afirmó.
Sin embargo, en el final de la nota deja entrever un optimismo y esperanza que caracteriza a quienes tienen como vocación el cuidar al otro: "Estamos todos cansados, ansiosos, preocupados. Aún así veo que hay esa chispa que tuvimos siempre los trabajadores de salud para hacerle frente a este tipo de adversidades. Veo equipos que piden más recursos, más respiradores, más tests. Me alientan y me hacen sentir que vamos a ganar de nuevo".
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