Un particular episodio ocurrió nuevamente en la localidad de Centenario, donde los bomberos tuvieron que ayudar otra vez a una joven porque se le quedó atorado un aro. Parece ser, que los oficiales del cuartel, no tienen descanso y no sólo ahora apagan incendios sino que también socorren a los vecinos con hechos de los más insólitos, algo que en los últimos meses se transformó en cotidiano, ya que son los salvadores de todas las situaciones que ocurren en la ciudad.
Eran las 1:30 de la madruga del domingo, los bomberos se encontraban en el cuartel y se estaban preparando para recibir una dotación que se encontraba apagando las llamas de unos pastizales en Villa Alegre, cuando de repente entró en el destacamento una joven junto a su novio bastante nerviosa y desesperada.
Los oficiales jamás pensaron a qué se debía tanto apuro…era porque a la mañana siguiente la chica debía someterse a una cirugía por tener piedras en la vesícula y no podía sacarse de una de sus orejas un arito de acero quirúrgico, requisito excluyente para poder operarse.
Algo sorprendidos por el pedido de ayuda que la joven les estaba solicitando, enseguida los bomberos pusieron manos a la obra. Con mucha delicadeza y cuidado hicieron sentar a la chica, para comenzar con el trabajo: el aro que tenía una tuerca a presión, se encontraba bastante pegado a la oreja, pero con pequeñas maniobras lograron girarlo para luego cortarlo con una pinza. ¡Listo! Chau aro y la joven súper feliz porque finalmente pudo ser operada.
Como nos tienen acostumbrados, en el cuartel de Centenario no sólo salen a apagar incendios, salvar la vida de niños pequeños o intervienen en cualquier tipo de accidente, sino que también colaboran con la comunidad en cualquier hecho por más insólito que sea.